LO QUE SIEMPRE TE HAS PREGUNTADO DE LA TERAPIA DE PAREJA

 

¿QUÉ ES LA TERAPIA DE PAREJA?
    La terapia de pareja es una herramienta muy eficaz que proporciona una transformación en el seno de la relación, que o bien está anclada, estancada, o padece de diversas problemáticas que hacen ver la relación como sufriente, insatisfactoria, o donde la culpabilidad y el reproche nublan el día a día.
   También actúa como un lugar donde poder hablar y pensar cuestiones con una persona externa y profesional que le va a escuchar sin juzgarlo, atendiendo a la dimensión de sus deseos verdaderos, en esa complejidad humana. Hay cuestiones que si se tratan con personas cercanas, familiares, o la misma pareja, hacen que esas relaciones se estropeen. Opininiones todo el mundo tiene y uno siempre elige la que es más acorde a su forma de pensar. El profesional, en este caso terapeuta de parejas con formación psicoanalítica, va a escuchar aquellos elementos que pasan desapercibidos para otras personas, y que tienen que ver con los deseos inconscientes que producen a veces un conflicto interno y, en consecuencia, situaciones y relaciones que no se entienden y que se escapan a lo razonable.
¿PARA QUÉ SIRVE?
    Sirve, en unas ocasiones, para lograr tomar las decisiones más adecuadas para el seno de la pareja o de la familia y para la persona individual. Sabemos de cómo la moral y la ideología familiar hacen mella en la persona. Hay formas de pensar que coartan el desarrollo y la satisfacción individual, conllevando inevitablemente a rupturas y a posiciones en la relación donde el bienestar está ausente.
    También es muy importante para poder resolver y transformar problemáticas que se instalan en la pareja. El amor y el deseo son producto-efecto de un trabajo y hay prejuicios y deseos incosncientes (que son los verdaderos, los que guían nuestros pasos) que si no se les da el cauce adecuado, pueden hacer que no se construya una relación sana. Cada miembro de la pareja viene de familias diferentes, de una manera de entender el amor y el deseo, que a veces choca con el otro, haciéndose de espejo. Hay discusiones y cuestiones de las que nunca se sale de ahí, y se repiten una y otra vez, como en un bucle. Hay algo más allá de lo aparente, que guarda relación con elementos y conflictos internos de esos “fantasmas” familiares y maneras de aprender a amar y desear. No olvidemos que las primeros objetos amorosos y donde se aprenden los sentimientos es en el seno de las primeras familias.
    Hay personas que acuden como forma de consulta, para lograr tener un espacio y adquirir herramientas más realistas y acordes a sus deseos y a los de la relación. Otras, cuando ya están instaladas cuestiones que se les hace muy difícil sobrellevarlas: infidelidad, celos, envidia, monotonía, relaciones conflictivas, problemas en la educación de los hijos, problemas con las familias políticas, problemáticas sexuales (impotencia, eyaculación precoz, anorgasmia, falta de deseo…)
   Si alguno de los miembros de la pareja no quiere asistir, puede acudir la persona que sí lo desea, porque el hecho de que comience la terapia, va a permitir que esa relación de espejo se rompa, y pueda pronunciar otras palabras que le llevarán a otras reacciones y situaciones. Cuando el papel de uno de ellos cambia, el otro también actúa de otra manera.
¿PARA QUIEN ESTARÍA INDICADA?
    Estaría indicada para toda aquella o aquellas personas que quieran mejorar sus relaciones, que necesiten un lugar para poder hablar y liberarse de conflictos y cuestiones que le inquietan, para aquellas que quieran transformar una problemática en conncreto y, sobre todo, todas aquellas que decidan vivir mejor años futuros.
¿ES COMO DAR CONSEJOS?
    Consejos todo el mundo da, parace que es más fácil resolver lo ajeno que lo propio, pero los consejos son un arma de doble filo. Lo que sirve para una persona, para otra no es válido, e incluso en una misma persona no sirve tampoco dependiendo del momento.
   Además, cada uno va a hacer como suyo el consejo que sea más acorde a lo que uno piensa, y eso no le transforma a uno en nada, sino que le mantiene en esa forma de hacer que le está conduciendo a la insatisfacción o la problemática. Padecemos de nuestra forma de pensar.
   La terapia le proporciona una escucha en la que podrá entender cuáles son sus verdaderos deseos y donde se construirá una nueva personalidad que podrá utilizar cuando necesite. La terapia no se va meter en su forma de ser o de pensar, le ayudará a hacer los cambios necesarios y a resolver muchas cuestiones que no le permiten alcanzar un bienestar. La realidad depende de la interpretación que se haga de la misma, de su mirada, y la mirada está bañada por los prejuicios y por la moral. Hay cuestiones que se catalogan y se juzgan de manera que no se ve lo que realmente hay de transfondo, que el profesional terapeuta de parejas le va a ayudar a descifrar y permitirle saber que nada es lo que parece. El deseo a veces toma derroteros tan inverosímiles…
¿CÓMO SABEMOS QUE ELEGIMOS AL PROFESIONAL ADECUADO?
    Le recomendamos elija un profesional que se encuentre en formación continua, con el respaldo de una Escuela, que esté en una comunidad de profesionales, donde le garantice que esa persona cuida de su formación, tiene sesiones individuales propias donde cuida también de su salud mental y realiza supervisiones de casos.
    Hay personas que se hacen llamar profesionales pero quieren imponer una moral, una forma de hacer, se ponen incluso de ejemplo. Hay que sospechar cuando un profesional os cuenta su vida y encima se quiere meter en la vuestra.  Un terapeuta ha de dejar hablar y escuchar con el instrumento de la teoría (en este caso el psicoanálisis) para permitiros que podáis producir un puente de palabras para tomar las decisiones más adecuadas.
En muchas parejas acontecen cambios espectaculares, a través de conversaciones amables, ese lugar para poder hablar de eso que ni siquiera tú sabes.
Siempre hay éxito cuando la palabra interviene.

CUANDO UNA PAREJA NO ES UNA PAREJA

“Mujeres, separaos, que los obreros del mundo se unieron y fracasaron. Nosotras con nuestros cuidados maternales destruiremos a los hombres.” Uno de los personajes de una película de Miguel Oscar Menassa, nos muestra cómo la dialéctica maternal, cuando va más allá de los cuidados propios de la especie, puede llegar a destruir el desarrollo psíquico normal de un individuo. Si lo llevamos al terreno de la pareja, vemos muchas problemáticas en lo referente al amor y al deseo, al ser hombre, al ser mujer, amante y amado. Sin producir un encuentro con el goce, cercenan posibilidades y despliegan su sexualidad en esa regresión infantil, donde uno hace de madre y otro de hijo. “Con quién has estado”, “qué has estado haciendo”, “cuéntamelo todo”, “una pareja tiene que decírselo todo al otro, ¿no confías en mí?” son frases que circulan en una dialéctica cerrada que recuerda más a esa relación donde le contabas todo a tu mamá, una relación que tilda más de exclusiva y excluyente, donde el otro no es el otro, sino una rememoración infantil.
    ¿Haces de la persona que te acompaña, en lugar de una conversación abierta a la libertad y al goce de la conversación, un interrogatorio? Puedes estar reprimiendo al otro, y lo que se reprime, con más fuerza luego actúa. Se van generando sentimientos hostiles que no se les pueden dar cauce, aconteciendo irremediablemnte “síntomas” en la relación (como por ejemplo falta de deseo, problemas sexuales, e incluso trastornos psíquicos y somáticos)
Hay una parcela de intimidad imprescindible que hay que construir en la pareja, necesaria para el desarrollo individual y de ambos, para que cuando haya un encuentro, sean varios encuentros donde se desplieguen otras posibilidades, otras frases, otros pensamientos, otros de uno mismo que sorprendan, que estimulen el deseo. Porque una persona es el resultado de otras bocas, de otros encuentros, otras frases, pensamientos, lecturas…que propician el juego en la relación y establecer esa idndividualidad tan necesaria, porque no hay dos sin tres.
  ¿Qué es confiar? La confianza es permitir el crecimiento del otro. Reside en poder elaborar pactos posibles,en aprender a conversar para escuchar lo que realmente cada uno desea, observar los elementos que en uno y en otro se ponen en juego y darles un cauce adecuado. Es estar con el otro en el tiempo que toca, que uno tiene que estar, no en el antes ni en el después.
   Cuando el amor y el deseo están unidos en un mismo objeto, hablamos de una sexualidad adulta. Cuando el otro no es objeto de mi deseo, puede tratarse de esa madre fálica, totipotente, que todo nos calma ¿y así cómo vamos a desear? Se reviste a los objetos actuales en objetos incestuosos, en el sentido de que son posiciones inconscientes, que uno actúa, que se pone en ese lugar una y otra vez sin darse cuenta, repitiendo, en un juego de identificaciones con figuras familiares (con su papá, con su mamá…) cuestiones infantiles no resueltas donde él o ella (y ambos porque en una relación siempre hay un pacto inconsciente) reviven “sin querer”. Actúan en el presente como una proyección, una pantalla, y el otro no es el otro entonces, es un fantasma familiar, una repetición de una posición que no logra resolver. Hay quien repite las mismas frases, en el presente, a esa madre, de la cual siente no haber recibido cariño, o reclama a ese padre, en el otro, un amor que le fue vedado en su yo infantil, y que ahora inconscientemente borda en su tapete actual familiar.
   Nada es lo que parece. Por eso es que los consejos, las pautas, no sirven en una problemática que se extiende más allá de lo razonable. Uno hace, toma posiciones, sin darse cuenta, porque hay una tendencia que es más fuerte que uno mismo y eso, es algo inconsciente, que hay que resolver con un terapeuta de parejas con formación psicoanalítica.

Laura López, Psicoanalista Grupo Cero

y Terapeuta de Parejas y sexualidad

Telf.: 610 86 53 55

INTERCAMBIO DE PAREJAS

    ¿Un nuevo aliciente contra la desidia sexual? ¿Una forma de relacionarse? ¿Qué significa un intercambio de parejas? Intercambio de parejas resuena en el imaginario de cada persona de manera diferente.

    Para poder ahondar en la cuestión es importante determinar que puede existir aparentemente un intercambio de pareja, una persona por otra, pero ser psíquicamente la misma, esto es, la misma manera de relacionarse donde no importa el objeto (se denomina así al otro), sino la situación de “perjuicio del tercero”, donde el elemento que debe existir siempre es el hecho de que la otra persona esté comprometida, ligada, a otra. Es una condición de elección de objeto amoroso, de manera que incluso alguien que fue indiferente para la persona y hasta despreciada, mientras permaneció libre, ahora se constituye en objeto de amor en cuanto mantiene relaciones con otra persona. Se facilitan también la satisfacción de los impulsos competidores y hostiles contra la persona a quien se le “roba” su objeto amoroso.

    También hay otra condición que consiste en que la mujer casta e intachable no ejerce en la persona atracción alguna y, en cambio, la que es sexualmente sospechosa, cuya pureza y fidelidad se pone en duda, ejerce un intenso interés y pasión. Llevado al extremo, incluso hay hombres (también aplicable a la mujer en cuanto a su deseo sexual) que son impotentes con la mujer a la que aman y en cambio a las que no les une ese sentimiento amoroso de ternura, es a la que desean. Hay una disociación entre el amor y el deseo en una misma persona. Incluso puede llegarse a no mostrar ningún deseo de ser el único/a para la pareja y parece encontrarse muy a gusto en el ménage á trois.

    ¿Qué es lo que hace desplegar la sexualidad de una manera o de otra? Recordemos que el sujeto humano tiene una disposición sexual, desde que se es niño, en que puede gozar de cualquier cosa. En la conquista de su cuerpo, el pequeño infante va constituyendo sus zonas erógenas conforme va montándose el deseo en la necesidad, y los estímulos y sensaciones que van haciéndose carne y palabras en ellos a través de las primeras afectividades familiares y situaciones atravesadas por el Complejo de Edipo, que sobredetermina sus disposiciones ulteriores con otras relaciones.

    A veces el deseo está decaído, y se requiere de una innovación en la pareja y se demanda introducir un elemento que transforme la situación en la que ya se está en una relación de a dos, o no… A veces parecen una sola persona al unísono donde no está la incertidumbre, la sorpresa, la diferencia, que es lo que permite la aparición del goce.

    Contarse en la pareja lo que hacen con los otros en el intercambio, ni siquiera estar, sino contar, se convierte en un acto donde se reaviva la pasión, se pone en juego la fantasía. Recordemos que el goce del ser humano es el lenguaje, ese es su aparato de goce.

    ¿Pero qué ocurre si se sobrepasan los “límites” de lo pactado? ¿Y si aparecen los celos? ¿Y si surge un amor nuevo? Los celos son indicadores de que uno también es un deseo hacia el otro u otra que entra en juego en la relación. También es un amor para él o ella, forma parte, no hay exclusión. En la complejidad de ese anudamiento de necesidad, goce y deseo se juegan los pactos y se van descubriendo los caminos.

     Lo que hay detrás de la frase “intercambio de pareja” depende de cada cual, una cosa es lo manifiesto y otro lo latente, en qué está jugado uno en el deseo y en el despliegue del goce. ¿Es algo indispensable el intercambio de parejas para que el goce aparezca en vosotros? ¿Tal vez entra dentro de las fantasías que quieren llevarse a la realidad? ¿Hay miedo a perder al otro/a si no se accede a los deseos?

    Repito ¿qué hay detrás de esa frase? Eso lo podrán averiguar en el diván de un psicoanalista terapeuta de parejas, que les podrá ayudar a saber de su deseo.

     Intercambiar a la pareja puede tener que ver también con permitir que el otro o la otra puedan ser diferentes cada vez, no dejarlo en palabras anteriores, que haya una tolerancia al crecimiento en la otra persona, que pueda ser un hombre, mujer, distintos en cada encuentro y sorprenderse.

    ¿Nos hacemos responsables de nuestros deseos? ¿Qué hace que haya una invitación a otro tipo de sexualidad que provoca un montante de rechazo y otra de atracción? Se puede caer en la locura moral, la culpa, la insatisfacción…en la incertidumbre de una puerta que se abre y no se sabrán cuáles serán los efectos o si se quiere pasar la barrera o no. En cada uno está la moral acechando ¿y si me gusta más de lo que esperaba? ¿Y si me ocasiona un declive emocional? Los deseos están contenidos dentro de unas líneas que cada cual se va forjando. Conquiste su sexualidad, que significa también desplegarla a través de uno mismo y los otros, atravesada por las palabras, que es lo que nos diferencia de lo animal.

    Le ayudaremos a producir la más indicada para usted. Uno es el que decide, si está de acuerdo, o no tiene el registro de ese deseo pero…

    Goce de la sexualidad. No se martirice, y si se martiriza, acuda un psicoanalista, porque hay muchas maneras de gozar. Dejarse llevar por las palabras por pronunciar.

    Como indica Miguel Oscar Menassa en un aforismo: El sexo del amor quiere decir que no hay sexo sin amor, pero, fundamentalmente, que no hay amor sin sexo, que quiere decir: no hay amor sin palabras.

Laura López, Psicoanalista Grupo Cero

y Terapeuta de Parejas y sexualidad

Telf.: 610 86 53 55

 

 

LA SOBERBIA EN LA PAREJA

      Sin bajarse del burro, cada uno en su burbuja es imposible dialogar. La soberbia tiene que ver con el narcisismo. El narcisismo es algo necesario en el ser humano porque permite la conservación del sujeto. Por ejemplo, cuando hay algún peligro, permite retirarse. En el desarrollo humano, el narcisismo es máximo en el niño, tiene puesta toda su libido en el yo y, en el proceso de civilización, de la constitución del sujeto psíquico y social, ha de poder desligarla de sí mismo y rodear otros objetos, lo que implica poder amar a otras personas además de a sí mismo.

   Hablar de pareja ya indica un par, dos personas que renuncian a ellos mismos y pueden llegar a acuerdos, tolerar las diferencias, escuchar y hablar sin arremeter contra el otro, sin querer que sea como ese ideal, es decir como él o ella mismo.

    ¿Qué es estar en relación con otra persona? Aunque parezca evidente, no es estar consigo mismo o con el ideal. Cuando no se coincide con lo que se piensa o con lo que se espera, ahí comienza la batalla. Lo que ocurre que, como en las guerras, todo se pierde y nada se gana. Aprender a convivir también es renunciar a uno mismo, pero no a ese que construye la vida aún no estando el otro, sino a los deseos infantiles y sobre todo a la soberbia.

      Usar el sexo y el dinero como arma para fastidiar al otro es algo que habla de esa soberbia y sed de venganza. No mantengo relaciones con mi pareja como método para fastidiarlo/a, que también equivale a no puedo pero es porque inconscientemente es una forma de impulsar al otro a buscar fuera y seguir siendo víctima en la relación. Utilizo el dinero como un falo, como algo que se atribuye un poder y puedo someter al otro, no como algo que circula y es un medio para producir los deseos de ambos.

   Las diferencias no es algo que aleje, sino que le pone a uno en el orden del deseo humano. La diferencia es lo que hace que el niño pueda entrar en la sexualidad adulta, sucumbir a formas de satisfacción inmediatas y poder posponer para fines mayores, con otras personas, llegar un goce más civilizado, más allá del aquí y ahora, del mí, me, yo.

     Hay personas que están con otras como una forma de pacto inconsciente en el que se vengan de situaciones pasadas. Hay quien no puede ceder en nada ni separarse, porque así mantiene en su fuero interno una venganza del pasado, y le hace pasar al otro todo el daño que supuestamente le hizo, pero en ese mutismo interior, que es incapaz de elaborar. El pasado es lo que uno dice de él y jamás van a coincidir los recuerdos con lo que pasó. Nuestra memoria es como la arena del desierto, que va modificándose según cómo es nuestra moral, nuestra forma de pensar.

   Con tanto rencor no se puede vivir, es un muro que uno hace sobre sí mismo, para seguir construyendo ese pequeño niño tirano que no puede dar nada a nadie.

   Hay parejas que les une la venganza. No pueden separarse porque dicen quererlo pero a la vez no pueden ser amables porque recuerdan el pasado. La venganza se sirve en plato frío pero envenena a quien la da. Mejor con psicoanálisis para poder volar también con las palabras.

   Laura López, Psicoanalista Grupo Cero y

    Terapia de Pareja y Sexualidad

LA CRISIS EN LA PAREJA CUANDO LLEGAN LOS HIJOS

 

    Es un motivo frecuente de consulta la dificultad de las parejas a la adaptación de las nuevas formas de convivencia con la llegada de los hijos. Cuando antes cada uno forjaba su espacio personal, las relaciones sociales, se alimentaba el amor y el deseo entre ellos, (o todo esto puede no pasar), ahora parece que todos los cimientos se han modificado y el edificio de lo que se había construido se derrumba.
La aventura de ser padre, madre, «toca» de alguna manera la estructura psíquica de la persona, donde se vuelven a los lugares de la infancia, sobre lo que es una familia. Ser padre, madre, ser hombre y mujer, hay personas a las que les cuesta gestionar estas posiciones, que tienen que ver con lo edípico que es inconsciente, y hace que se tambalee toda su realidad, produciendo efectos como la falta de comunicación, los conflictos continuados, los silencios, la inapetencia sexual, la evasión de la responsabilidad…
Podemos demostrar y transformar a través del psicoanálisis la inmadurez psíquica que habla de la imposibilidad de llegar a acuerdos, establecer relaciones fluidas con la pareja, encuentros, hacerse cargo de las funciones… Todo esto habla de la sexualidad infantil, en el sentido de que aún no son adultos pactando, estableciendo relaciones de amor y generosidad, sino que se regresa a posiciones anteriores, donde lo infantil lo invade todo y se reproducen posiciones familiares, sobre todo la relación con esa mamá interior que se le atribuye todo. La mayoría de las separaciones que acontecen en el seno de las parejas son porque no son una pareja, dos personas diferentes con sexualidades diferentes, aún son niños demandando a esa mamá y con la imposibilidad de asumir sus lugares nuevos en el mundo.
Cuando no coincide lo que uno piensa de lo que debe ser una pareja ( que suele ser la relación ideal que tienen en su fantasía con su mamá) con la realidad, ahí es cuando no se puede hablar ni llegar a acuerdos.
Hay que poder pensar la estructura familiar y de cada persona, y eso es a través de las palabras en el espacio indicado para ello, con el psicoanalista, porque ahí es donde se va a poder desvelar lo que las palabras se dicen entre sí. Una cosa es lo que se dice y otra lo que hay entre lo que se dice, lo latente, eso es lo que vamos a escuchar y lo que es la base de la persona, ese telar donde se va a generar toda la relación.
Mejor acudir a un terapeuta de parejas con formación en Psicoanálisis porque no necesitamos consejos ni que nos digan cómo tenemos que vivir, si no entraríamos a ser como los papás o a querer que el otro viva según mi moral y lo que considero mejor para mí. No es cuestión de indicaros según las experiencias de cada uno, sino en transformar y producir la forma en que sea mejor para vuestras necesidades y deseos. No olvidemos que estamos en una ciencia de lo psíquico, no en una moral que te dice cómo tienes que vivir. Son cuestiones psíquicas complejas que requieren de un especialista altamente cualificado.
Los Psicoanalistas Grupo Cero estamos en formación continua análisis, personal, supervisión de casos, grupos de estudio… Cuidamos de nuestra profesionalidad para ofrecerle las máximas garantías.

PARA HACER EL AMOR NO HAY QUE SER FIELES A SÍ MISMOS

   EL AMOR HA DE SUPONER UN MULTIPLICAR, CRECER, INCLUIR LAS DIFERENCIAS, TOLERAR QUE EL OTRO AMA DIFERENTE A COMO AMO YO… Quedarse en ese impacto de mirada es del orden del enamoramiento. No ha de llevarnos a lo exclusivo y excluyente, sino que ejercer la posibilidad de amar es en el hacer, en el TRANSFORMARSE. Un buen amante siempre tiene alguien a quien amar. El amor es civilizador.

   HAY UN MODELO INFANTIL DEL AMOR, aunque aparentemente seamos adultos, que tiene que ver con la sexualidad infantil actualizada, donde el amor es exclusivo y se vive en el orden de esa afectividad infantil. A veces se resta porque queremos seguir viviendo en esa modalidad, encubierta por el miedo al abandono, al rechazo, querer que sea para siempre… El afán, en muchas ocasiones, es de poseer al otro, y se trata de construir una relación, y diferente cada vez, según se requiera.

  La salud y la inteligencia tienen que ver con poder adaptarme a esas nuevas formas, poder gestionarlas. Y hay tantas formas de amar… No ha de suponer un problema, un conflicto, sino un enriquecimiento para la vida. Cuando somos intolerantes, cuando queremos imponer nuestra forma de amar, o nuestra forma de pensar al otro y no recibimos como amor lo que el otro nos ofrece, ahí surgen los conflictos. Empiezo a sentir que el otro no me quiere, sólo considero amor lo que yo le doy o lo que supongo que el otro tiene que dar… CUANDO QUEREMOS IMPONER UNA IDEA DE AMOR O NUESTRAS FANTASÍAS, HAY CONFLICTOS. Hay unos estándares y pautas de lo que es el amor que jamás va a coincidir con la realidad que producimos.

   NUNCA LAS PERSONAS SE TERMINAN DE CONOCER, NI A UNO MISMO, porque en todos hay una complejidad que va más allá de la razón. EN TODOS ESTÁ LO INCONSCIENTE, que es donde anidan nuestros deseos verdaderos, y que a veces entran en conflicto con nuestra conciencia, no sabiendo de ellos sino por sus efectos, por cómo me relaciono con los otros.

   SI QUIERES AMAR DE LA MISMA MANERA Y LO LLEVAS A CABO, PIERDES EL AMOR, NUNCA LAS COSAS SON DEFINITIVAS, uno está en constante cambio, y quedarnos en lo anterior y pretender que sea siempre así lleva a la relación al aburrimiento e incluso a la agresividad, porque no permites que hayan transformaciones que ya, por ser sujetos del deseo, se realizan. Captar el deseo del otro, dejarse transforrmar, ver en ese momento lo que uno tiene que dar… Esa es la inteligencia inconsciente. Estar en el presente, no en el yo infantil.

   Dejar que lo nuevo aparezca, es sorpresa cada vez, DESCUBRIRSE AMANDO y eso, es en libertad, permitiendo el crecimiento, donde también, hay compromisos.

¿Dónde estará el amor?

El amor. El Amor.

¿Dónde estará el amor?

Cuántas veces dibujé

la esquina

donde nunca llegaste

y te busqué

por los salones

y fui ladrón

para buscarte entre las sombras

y hubiera sido capaz de matar

si alguien me hubiese dicho

que en ese gesto te encontraba.

Fui solo y fui muchos.

 

Todos los cuerpos

fueron investigados

palmo a palmo.

 

Todas las máscaras

fueron arrasadas

para buscarte

en el centro de la verdad

y tampoco estabas.

 

Te busqué entre los pobres

entre las espesas capas del dolor

entre entrañas y sucios alcoholes

en el propio asco de la vida.

 

Después no te busqué más

encontré otras palabras.

Miguel Oscar Menassa

 

 

Laura López, Psicoanalista Grupo Cero

Terapia de pareja y sexualidad

Telf.: 951 21 70 06 / 610 86 53 55

HAY HOMBRES QUE NO PUEDEN SER POTENTES CON SU PAREJA

“Me duele la cabeza”, “tengo mucho trabajo”, “estoy estresado”, “no me apetece”… son frases que se exponen a modo de telón que ocultan una problemática con el amor y el deseo. HAY HOMBRES QUE, CUANDO EL AMOR SE VA FORJANDO EN SU RELACIÓN, SU DESEO SEXUAL DESAPARECE. Detrás de las excusas se esconde una imposibilidad en el deseo.

    Se puede llegar a creer, como parte de esa ideología dominante (que falsea la complejidad humana), que cuando no pueden mantenerse relaciones sexuales con la pareja es porque no se está enamorado y ahí falta el deseo. ES UN GRAVE ERROR. Precisamente es cuando en estas personas aparece el amor, en estas personas, que el deseo sucumbe.

   No saben cómo afrontar la situación porque, aunque indican que es una “buena mujer”, resaltan sus cualidades y confiesan que la quieren, NO SABEN PORQUÉ NO PUEDEN DESEARLAS. En cambio, con otras mujeres a las que no les une ningún sentimiento amoroso, no les pasa. Si escuchamos las frases que se pronuncian en torno a las descripciones de la mujer a la que aman, vemos que están vinculadas a adjetivos que denotan cierta pureza moral, idealización.

   En su relato latente, la relación tiene lazos invisibles que llevan a ese concepto de la madre y a una relación muy familiarizada. LAS CARACTERÍSTICAS MATERNAS PERMANECEN IMPRESAS EN LOS OBJETOS ERÓTICOS ULTERIORES, es decir, en la pareja, y vemos la estela de esa novela familiar demostrada en el análisis a través de los recuerdos encubridores, fantasías, sueños, en las que hay una antítesis inconsciente entre la madre y la prostituta  se simbolizan y disocian en la mujer actual.

   En muchas de estas relaciones, vemos que ella le prohíbe ciertas relaciones, ir a lugares determinados, se tienen que pedir permiso para todo, se lo cuentan todo… como a la mamá. No son hombre y mujer, son mamá e hijo. Las relaciones se “familiarizan” de tal manera, que la mujer cae en el lugar de esa madre de la infancia casta y pura. ¿Así cómo pueden mantenerse relaciones sexuales con esa mujer?

   Se excitan con mujeres donde la “pureza” y “fidelidad” puedan ponerse en duda. HAY UNA DISOCIACIÓN EN EL AMOR Y EL DESEO y no lo pueden aunar en el mismo objeto, o sea, en la mujer que aman.

   SU DESEO EXIGE ESA LIVIANDAD DE LA MUJER, e incluso pueden albergar historias tormentosas de celos en las que esa necesidad se mantiene. Sólo cuando arden en celos alcanza su amor máxima intensidad y adquiere la mujer pleno valor.

   En ciertos hombres con esta circunstancia, no muestran ningún deseo de ser los únicos para esa mujer y pueden llegar a sentirse muy bien en el triángulo amoroso. Hay quien incluso no pone objeción alguna a que esa mujer mantenga relaciones con otro, se casen. Incluso de alguna manera lo facilitan, pudiendo no mostrar celos algunos hacia el marido.

  Hay quien obliga a su amante a cesar todo comercio sexual con el otro, pero precisamente cuando se cesa, es cuando también cesa el deseo y se abandona la relación.

   En estos trastornos del deseo y el amor el Psicoanálisis es la terapia fundamental que cura de esas disposiciones en las relaciones. Hay muchas formas de vivir y se puede gozar de cualquier cosa.

Laura López, Psicoanalista Grupo Cero

y Terapia de Pareja y Sexualidad

Telf.: 610 86 53 55

DEPENDENCIA EMOCIONAL Y REPRESIÓN SEXUAL (en respuesta a un artículo leído en prensa)

LO QUE IMPIDE ROMPER PAREJAS TÓXICAS NO SON LAS TRABAS SOCIALES, volvemos a caer en la múltiple determinación y en la ideología que nos anclan en las mismas respuestas y vueltas de noria que llevan al mismo punto. Si seguimos sin incluir el concepto de inconsciente en el estudio de la psiquis humana y de las relaciones, seguiremos permaneciendo en la ignorancia de un gran avance como es la ciencia Psicoanalítica y que ha permitido transformar no sólo el concepto de salud, sino el del arte, la cultura, el pensamiento.

PAREJA TÓXICA YA INCLUYE A DOS SUJETOS COMO MÍNIMO EN LA RELACIÓN, es decir, HAY PACTOS INCONSCIENTES QUE VAN MÁS ALLÁ DE LO APARENTE y lo múltiple determinado (que puede ser lo social, los hijos, la situación económica…). El Psicoanálisis te habla de que HAY UNA SOBREDETERMINACIÓN INCONSCIENTE, y esto quiere decir que esa manera de relacionarse se produce sobre “un mismo telar” nos indicaba Sigmund Freud, en relación a que en nosotros hay una base donde se tejen nuestros deseos, relaciones, los sueños, hasta incluso los síntomas.

QUEDARSE SOLO, sin móvil, sin televisión, sin personas…PARA QUE PRUEBEN A VER SI SE SIENTEN BIEN ESTANDO SOLOS, ES UNA MANERA DE ARROJARLOS AL AISLAMIENTO Y LA DEPRESIÓN. Nos constituimos en base a otras personas, no somos sujetos individuales. Es más, no hay una psicología individual, en el sentido de que todo acto está dedicado a alguien y para alguien. El otro siempre está incluido.

Aprender a estar solo es una frase muy masticada y tópica ¿aprender a estar solo es aislarse de todo? Me parece que no va por ahí la cuestión. ¿Cómo que cuando te sientes bien solo vas a tener relaciones más sanas con los demás? Eso es el narcisismo, solos en la vida, no se puede hacer nada. Se transforma en un diván la manera de relacionarse con los otros, con un psicoanalista, no dándole trucos, pautas, aislando. Esa manera de relacionarse ya responde a una forma de pensar, que es inconsciente.

Indica que “en la dependencia, hasta cierto punto, el otro o la otra es sustituible.” ¿Una manera de distinguir el amor es que la otra persona es insustituible? ¿En la dependencia tú puedes sentir que no puedes vivir sin esa persona y dos días después estar igual de enganchado con otra?

LA CAPACIDAD DE SUSTITUICIÓN ES UN CRITERIO DE SALUD, NO UN INDICATIVO DE DEPENDENCIA EMOCIONAL. Se simplifican términos que, de no incluir el lenguaje inconsciente, se confunden. Hay personas que parecen tener muchas relaciones, pero éstas son una sola, es decir : con su mamá. La primera relación de dependencia total fue con esa madre idílica que todo nos daba nada más abrir la boca. Su forma de relacionarse es siempre igual, por eso es que es con esa madre, que ni siquiera tiene que ver con su mamá física, sino cómo se han aprehendido en el psiquismo esos lugares que nos constituyen como seres humanos: padre, madre, hombre y mujer.

¿Tengo la sensación de que yo me implico mucho y el otro no, lo que me alerta de que posiblemente tengo una dependencia sumisa? ¿Siento que me piden demasiado y tengo la necesidad de alejarme todo el rato? No podemos basar una relación en lo que yo “sienta”. Los sentimientos, como los sentidos, nos engañan. Sabemos desde el Psicoanálisis que una cosa es el discurso manifiesto, lo que se dice, y otro lo que hay detrás, latente. A ver qué significa eso de que me implico mucho, siento que me piden demasiado, etc. todo eso se “traduce” en el diván.

¿Cómo es relacionarse de igual a igual? NO SOMOS IGUALES, SOMOS DIFERENTES, INCLUIR Y TOLERAR QUE EL OTRO ES DIFERENTE, NO QUE NOS RELACIONEMOS DE IGUAL A IGUAL. No es cuestión de que hagamos medidas sino en tolerar que se produce como se produce, que a veces hay quien da más y el que recibe le permite al otro que dé en esa medida. SOMOS DIFERENTES, Y EL HECHO DE REIVINDICAR ESA IGUALDAD PRODUCE AGRESIVIDAD. La globalización anula las diferencias que nos enriquecen.

LAS PERSONAS NO ES QUE RENUNCIEN A TENER RELACIONES POR MALAS EXPERIENCIAS, SINO QUE UTILIZAN LAS MALAS EXPERIENCIAS, PARA RENUNCIAR. Es al revés de como está dicha la frase. No todo el que tiene una mala experiencia le pasa. Hay una tendencia a la renuncia.

En el caso de relaciones de maltrato ¿no hay patrón para la víctima pero sí para el maltratador? ¿Por qué? ¿es preferible que te teman a que te quieran, de Maquiavelo? No es tan simple, entramos otra vez en la ideología, la moral que nos dice blanco o negro, perfiles, etc. SON SITUACIONES SOSTENIDAS COMPLEJAS, DONDE ESTÁN EN JUEGO ASPECTOS INCONSCIENTES COMO EL MASOQUISMO, EL SADISMO, CULPA INCONSCIENTE Y NECESIDAD DE CASTIGO, SENTIMIENTO DE PROPIEDAD CON EL OTRO… Y UN LARGO ETCÉTERA QUE VA A DEPENDER DE CADA CASO EN PARTICULAR.

¿Antes había represión del sexo y ahora represión por el sexo ? ¿De qué estamos hablando exactamente? La sexualidad tiene que ver con la palabra. El ser humano está habitado por palabras, su sexualidad no es exclusivamente genital. Ésta es sólo una de las parcelas de la sexualidad de la persona, que es más amplia. Es la manera en la que decidimos, nos hacemos sujetos de nuestros deseos, trabajamos, nos relacionamos, desplegamos nuestras capacidades intelectuales, artísticas… y a mí me parece que estamos en una sociedad muy reprimida, donde está bastante prohibida la palabra.

SIGUE HABIENDO UNA REPRESIÓN SEXUAL, QUE NO TIENE QUE VER CON LA LIBERTAD EN LA CAMA, SINO CON LA DE HABLAR. No olvidemos que la doble moral existe. Lo que está permitido e incluso ensalzado para el hombre, para la mujer está mal visto y se le acusa.

VER A LA MUJER COMO A UN OBJETO Y NO COMO UNA PERSONA, NO TIENE TANTO QUE VER CON LA EMPATÍA, SINO DE CÓMO HABITO EN EL SIGNIFICANTE MADRE, MUJER… el primer objeto de amor es la madre, luego viene el tercero, la Ley del Padre (que es lo nos separa de esa célula narcisista) y nos dice que con la mamá no se puede. Esas tendencias o pulsiones sexuales infantiles (que tienen que ver con la afectividad) tienen que reprimirse y se funda el inconsciente, quedando nuestro psiquismo dividido: hay una parte inconsciente donde se encuentra toda esa sexualidad infantil reprimida y otra consciente, entre otras complejidades teóricas. Se sigue amando a la mamá en lo inconsciente, para poder sustituirla por otras mujeres. En la niña hay un viraje más complejo de identificaciones. Esta es la máquina hominizante del Complejo de Edipo. LA MAMÁ HA DE INSTAURARSE EN LA CATEGORÍA MUJER, donde también mantiene relaciones sexuales (disociación la virgen y la prostituta, ej. mis padres no hacen eso), esencial para poder aunarse amor y deseo en una misma mujer. Dependiendo de cómo se adquiera esto en el psiquismo, va a ser la base de cómo son las relaciones posteriores con otras mujeres, subrogadas de esta primera relación. Hay hombres que no pueden desear a la mujer que aman y sí a la que no sienten ningún tipo de aprecio e incluso es vista como un tanto “degradada” en el sentido sexual. Hay hombres que también para ellos las mujeres son “putas”.

NO ES CUESTIÓN DE QUE EL PORNO ENSEÑA ESO Y LOS CHICOS LO VEN, SINO QUE ES UN TIPO DE AFECTIVIDAD SEXUAL FAMILIAR QUE SE TRANSMITE, y que tiene que ver con lo dicho anteriormente. Y esto no es ponerse a hablar de sexo, sino cómo se transmiten esas posiciones inconscientemente. 

Laura López, Psicoanalista Grupo Cero

Terapia de Pareja y Sexualidad

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CUANDO LOS CELOS NO OS DEJAN VIVIR

     

    LOS CELOS SON ESTRUCTURALES EN EL SER HUMANO, ES IMPOSIBLE NO SENTIR CELOS, porque nuestro aparato psíquico se funda en torno a los mismos. Es por la llegada del tercero, la Ley del Padre, que me siento excluido de la escena y puedo desear, entrar en el orden del deseo humano, desviar mi mirada de la relación única con la función madre. HAY EN NOSOTROS UN MECANISMO PSÍQUICO MUY IMPORTANTE QUE SE DENOMINA REPRESIÓN. La represion es necesaria porque permite entrar en la civilización. Al ser humano le cuesta abandonar posiciones anteriores de la libido y, a través de dicho mecanismo, sucumbe a lo inconsciente, se reprimen ciertos deseos, hostilidades, etc., que no pueden llevarse a la acción. Cuando no puedo tolerar algún deseo en mí que, por otro lado, todos deseamos las mismas cosas, éste se reprime, que no quiere decir que se olvide, ya que pulsa en nosotros de una manera constante y viva, como motor del desear. Puede aparecer de manera disfrazada, apoyado en los mecanismos psíquicos de la proyección, el desplazamiento,etc.

   Para que haya dos personas tiene que haber tres, en el sentido de que EL MUNDO, LAS OTRAS RELACIONES, HACEN DARNOS CUENTA QUE SOMOS DOS PERSONAS DIFERENTES, si no, seguimos en esa relación primaria de simbiosis donde no existía nada alrededor. NADIE NOS PERTENECE, NI SIQUIERA NUESTRA MAMÁ, LA QUE TENEMOS QUE COMPARTIR CON EL MUNDO. Para que haya celos tengo que sentirme excluido de la escena.

DESEAMOS DESEOS, LOS OTROS, EL MUNDO, LAS RELACIONES, ESO ES LO QUE NOS MANTIENE VIVOS, LO QUE SOSTIENE NUESTRO CUERPO.

¿De qué manera estamos pensando el amor? Puede uno estar relacionándose con sus ideales y prejuicios en lugar de con el otro que tengo delante.

LOS CELOS SON NORMALES, SI SE PUEDEN PENSAR, SENTIR HASTA UN CIERTO PUNTO, PERO NO TOMAR LO QUE UNO SIENTE COMO SI FUERA LA REALIDAD SUPREMA, PORQUE SENTIR TIENE QUE VER CON LOS SENTIDOS, Y LOS SENTIDOS NOS ENGAÑAN. En cierta manera SE PUEDEN UTILIZAR PARA FOMENTAR EL DESEO en la pareja, para que en ese desplazamiento de la libido, pueda recaer de nuevo en la pareja, renovado, aireado. Están los celos normales, los proyectados y los delirantes. CUANDO YA SE PADECE DE ELLOS HAY QUE CONSULTAR, MEJOR CON UN PSICOANALISTA. Lo explicamos un poco más adelante para que veais cuál es la diferencia,

   Pues bien, tras esta breve introducción para situarnos en el campo en el que vamos a desplegarlo, el de la pareja, es importante que distingamos la realidad exterior, dígamos la material, de la realidad psíquica. Es decir, AL CELOSO O CELOSA PATOLÓGICO POR MÁS PRUEBAS DE REALIDAD QUE LE DES, POR MÁS QUE RENUNCIES PARA QUE VEA LO “PULCROS” Y “FIELES” QUE SOMOS (que por otro lado recuerda al momento en el desarrollo psicosexual en el que nuestra mamá era una santa, no la introducíamos en la categoría mujer), NO SIRVE PARA NADA. Nunca habrá suficiente prueba de amor para calmar los celos, aunque llegue al punto de que estemos encerrados entre cuatro paredes.

¿CÓMO ACTÚA UNA PERSONA QUE PADECE DE CELOS? LOS CELOS NO TIENEN QUE VER CON LA REALIDAD, TIENEN QUE VER CON LA REALIDAD PSÍQUICA, con lo que uno “tiene en su cabeza”. ¿Y ESTO QUÉ QUIERE DECIR? Por mucho que quiera razonarle, contradecirle no corresponde a ese orden, sino a una verdad que habla que se encuentra de manera latente en su decir. Te está hablando de una verdad pero en otro “lenguaje”. Somos un sujeto dividido, con una parte consciente y otra inconsciente entre otras complejidades teóricas, donde lo que veo está sobredeterminado por mis deseos. Lo que aparece en escena ya es el resultado de una transformación. A TRAVÉS DEL MECANISMO DE PROYECCIÓN, HACEMOS CON EL OTRO COMO SI FUERA NUESTRO ESPEJO, LO QUE REALMENTE HAY EN MÍ, PERO NO PUEDO VER. Inconscientemente hay deseos en mí, que no pueden salir a la luz, porque nos espantaríamos, pero que lo hacen disfrazados. No podemos huir de nosotros mismos, de nuestros deseos. Así, aparece la fórmula: “Yo no soy quien desea ser infiel, es mi pareja.” y esto no es algo que uno pueda razonar con el otro, porque también sufre, lo padece. Si castigo al otro, de alguna manera también me calmo, porque hay una culpa que necesita ese alivio. A veces, llega hasta la paranoia, con la fijación en una persona en concreto, y que tiene que ver con deseos homosexuales reprimidos (lo cual no quiere decir que seamos homosexuales, sino que no se toleran esos deseos.). Es importante apuntar que, a veces, a través de ciertas sustancias como el alcohol, la persona produce escenas violentas de celos. HAY PERSONAS ALCOHÓLICAS QUE ESTÁN MUY RELACIONADAS CON ESA INTOLERANCIA A SUS DESEOS, padecen de celos delirantes y son personas acusadas de una fuerte represión que utilizan el alcohol para poner en escena toda esta cuestión.

   DETRÁS DE LOS CELOS HAY UN DESEO. Hay algo de la otra persona, o de lo que se cela (a veces no es ni una persona, es algo que le hace sentirse excluido) , que uno realmente quiere. Ej.: celar de alguien cuya caracterísitica que resalta es que es arquitecto, o sabe idiomas ¿no será que a mi me gustaría ser eso? Los celos hasta pueden servirle a uno a ponerse a trabajar para conseguir lo que desea si pueden ser interpretados. También hay deseos que se despiertan en nosotros y que se hacen intolerables porque nuestra moral no permite que acontezcan. Tienen que ver con el orden de lo prohibido. Por ejemplo, desear a alguien que para nosotros esté vetado por el parentesco familiar, a un compañero/a de trabajo, amigos, a alguien del mismo sexo que ha despertado en mí un deseo irreflenable… EL DESEO NO TIENE ÉTICA NI MORAL Y NUESTRO POLICÍA INTERIOR LO VE TODO, AUNQUE NO APAREZCA COMO TAL EN LA CONCIENCIA.

   ¿Y LA OTRA PARTE, QUIEN LO SUFRE? En el relato de ciertas parejas HAY QUIEN SEÑALA PADECER DE UNA CULPA CONSTANTE DE LO QUE EL OTRO LE ACUSA, auque no haya hecho nada de lo que dice. La culpa es real, pero por otra cosa. La culpa forma parte de todos los seres humanos, porque siempre hay algo que uno desea, fantasea, que es amoral. En todos nosotros anida un caldero de pulsiones que, tras la represión, participan en la formación de nuestro aparato psíquico y que son el motor de nuestra vida, pero que, en ocasiones, cuando la represión falla, puede retornar en forma de síntoma. La culpa a uno le hace buscar castigo. A veces, a través de la elección de ciertas parejas se calma, porque en su relación se materializa ese castigo que, de alguna manera, “necesitan”.

Si su pareja sufre de celos patológicos, lo mejor que puedes hacer es indicarle que acuda a un psicoanalista, ni renunciar a nada ni razonarle, porque no es de ese orden. Tal vez también comenzando tú terapia puedas producir otras palabras y tranformar la posición en la relación. Deseamos deseos y  el hecho de que haya una trasnformación en ti, hace, en muchísimos de los casos, que el otro quiera acudir también. HAY UNA VERDAD QUE ESTÁ SALIENDO AHÍ, PONIÉNDOSE EN ESCENA Y QUE POR MUCHO QUE DIALOGUEMOS Y HABLEMOS, SERÁ UN DIÁLOGO DE SORDOS.

   LOS CELOS HABLAN DE UN DESEO QUE TIENE QUE VER CON SU REALIDAD PSÍQUICA, no para poner un investigador privado y ver qué pasa en su vida, qué hace oon el otro y la otra y explicarle, regañarle, y bla bla bla. ¡No es educación! Es algo inconsciente, que pulsa en forma de síntoma. La persona también sufre, se le escapa de las manos, no lo puede evitar padecer de ese martirio. PONER DE SU PARTE NO ES CONTROLARLO, FORZARSE, SINO IR A UN PSICOANALISTA , QUE ES EL PROFESIONAL QUE LO VA A ESCUCHAR EN LA DIMENSIÓN REAL DEL PADECIMIENTO Y TRANSFORMARLO DE MANERA DEFINITIVA. Necesita de una traducción, una interpretación de sus deseos incosncientes reprimidos para que no vaya a fastidiar a su pareja, para que pueda tolerar ciertos deseos en ella o él mismo y no haga síntomas de ello. Es como un sueño, en el que utiliza elementos de la vida cotidiana, personajes, para desplazar y expresar su deseo disfrazado. Por eso a veces es tan absurdo, además que teje a través de cualquier elemento nimio de la realidad una auténtica pelicula. Con el Psicoanalista terapeuta de parejas hay una liberación real de los síntomas y una construcción de la pareja.

   EL PSICOANALISTA ES UN PROFESIONAL ALTAMENTE ESPECIALIZADO EN ESOS PROCESOS QUE ACONTECEN EN EL SER HUMANO Y NO LOGRAN RESOLVER NI COMPRENDER. Con su escucha especializada, con la técnica asociación libre y las interpretaciones en el seno de la relación terapeútica, producirá algo que no existía en la persona, transformando esa parte de la personalidad que le entorpecia en el buen desarrollo de las relaciones.

López, Psicoanalista Grupo Cero

y experta en Terapia de Pareja y Sexualidad

Telf: (0034) 610 86 53 55

CÓMO CONSIGO NO “ENCONTRAR” EL AMOR

HAY PERSONAS QUE SE QUEJAN DE QUE NO PUEDEN “ENCONTRAR EL AMOR”, “TENER PAREJA”, ETC. En lo que se habla, se muestra la verdad de cada uno. Y la verdad no es lo que se dice, sino lo que hay en lo que se dice, lo que se dicen las palabras entre sí. El amor es algo que nos socializa y dar un paso en sustituir los primeros objetos amorosos, que son los familiares, en un amor social, en poder vivir el amor más allá de los primeros modelos, a veces es algo complejo que llena de insatisfacción y de imposibilidad en el encuentro con los otros. Atravesado por ciertos modelos ideológicos, por lo que “debe de ser” impiden que uno pueda ENCONTRARSE FRENTE A FRENTE CON OTRO HUMANO Y MIRAR EN ALGUNA DIRECCIÓN PARA PRODUCIR LOS SIGUIENTES PASOS.

Ya en las frases de “encontrar”, “tener”… se muestra, por un lado, el hecho de que es como si hubiera “candidatos” o “candidatas” esperando en algún lugar para encajar con el ideal que tenemos en la cabeza. Tal vez no se trata de encontrar, sino de producir relaciones entre personas y después, con el tiempo, una se da cuenta que está en pareja. En cuanto a lo de “tener” indica posesión, el otro o la otra es tuyo, como si te perteneciera. Es la persona que nos acompaña, aunque en el lenguaje se utilicen esos modismos, pero a veces hay que detenerse y pensar en la dimensión de lo dicho, qué tiene que ver con lo que pensamos.

Ocuparse del físico, de la indumentaria está muy bien pero ¿SE OCUPA UNO TAMBIÉN DE VESTIRSE DE PALABRAS? ¿Cuándo fue la última vez que leíste un libro? ¿Conoces algo de poesía? Sumar palabras le permiten a uno producir otras realidades, nombrar otros aspectos de la misma. ¿Invertimos en cultura? ¿En salud psíquica? Creer que el físico, la apariencia, es uno de los factores más importantes es un error. DESEAMOS DESEOS, PERSONAS DESEANTES, QUE SEAN SOCIALMENTE ACTIVAS, QUE PRODUZCAN CONVERSACIONES, ESCUCHA, QUE APRENDAN Y NOS INCITEN A APRENDER… Además, padecemos de ideologías, de formas de pensar que hacen que anulemos a las personas que tenemos delante.

Cuando se está conociendo al otro ¿PIDES PERMISO PARA HACER ALGO FUERA DE LA PAREJA?¿VAS CERRÁNDOLE PASOS A MEDIDA QUE AVANZA LA RELACIÓN PORQUE NO TE PARECE BIEN QUE VAYA CON DETERMINADAS PERSONAS O HAGA ACTIVIDADES A PARTE DE VOSOTROS? ¿TE TIENE QUE PEDIR PERMISO Y SI TE ENTERAS DE ALGO QUE HA HECHO QUE NO TE HA DICHO MONTAS UN ESPECTÁCULO O TE SIENTES DESILUSIONADO/A? Una cosa es pactar un tiempo para ambos, para el encuentro, y otro el tener que pedir permiso al otro para hacer cosas fuera de la pareja. Así ahogamos o nos ahogamos. El deseo se desplazará a otros lugares inevitablemente y difícilmente volverá ahí. Hay quien sale espantado/a. Recuerda más a las relaciones infantiles donde tenías que pedir permiso a los papás para hacer. Además, esa relación comenzó por todo lo que le sostenía y envolvía, si uno quiere cambiarlo/a al final termina abandonándolo/a, porque ya no es lo que era, claro.

Hay quien utiliza al otro como muleta, como algo que le falta, y el otro sí tiene. Aunque el amor se inaugura en la falta ¿HASTA QUÉ PUNTO NOS HACEMOS DEPENDIENTES DEL OTRO? El ser humano depende de muchos otros para crecer y para vivir , para poder estar en la sociedad, pero el volcar todo lo que necesitamos en una sola persona ¿no te parece que es asfixiar y querer hacerlo como imprescindible? ES UN COMPAÑERO/A, NO NUESTRA MAMÁ. Uno ha de aprender a vivir en el mundo con o sin esa persona. Es injusto que lo anulemos de esa manera.

¿BUSCAS TENER PAREJA A TODA COSTA? QUE ES “TENER PAREJA PARA TI”?¿ENVOLVERTE EN UN HALO DE “SEGURIDAD”? Estar acompañados es la única forma de vivir, pero a veces, más que acompañados, uno produce su propio encarcelamiento, va cediendo en las palabras y después en los hechos con tal de “retener” al otro o a la otra a su lado.

CRECER, SORPRENDERSE Y SORPRENDER AL OTRO Y A TI MISMO/A , ES GOZAR DE LA VIDA, ES UN GRADO DE SALUD. Utilizarlo/a para producirse una cárcel de palabras, para no desestabilizar esa seguridad transitoria de que el otro te pertenece y tú le perteneces es apagar la humanidad de las personas. Anulas, no sumas. Incertidumbre es vida.

¿HABLAS TODO LO QUE SE TE OCURRE, TODO LO QUE SE TE VIENE A LA MENTE, COMO SI EL OTRO FUERA UN PSICOANALISTA? Hay que poner límites, espacios, saber a quién tienes delante. Confiar no es vomitar. Aprender a conversar es una asignatura pendiente.

NO IMPORTA LA CANTIDAD DE TIEMPO QUE PASEMOS, SINO LA CALIDAD DE LAS RELACIONES. Hay conversaciones de media hora que valen más que años de palabras vacías. Hay quien dice estar todo el tiempo con el otro, pero realmente no está ahí.

Cómo producimos el amor, las relaciones, depende de nuestra forma de pensar y la forma de pensar cursa de manera inconsciente. DE ESO QUE UNO NO ENTIENDE Y QUIERE TRANSFORMAR SE CONSIGUE PRODUCIENDO UN LUGAR PARA LAS PALABRAS, UN DIVÁN DONDE TRANSFORMARSE EN EL DECIR.